Hoy nos despertamos bastante pronto debido a que nadie pudo dormir con los ronquidos de Carlos. Pero nos vino bien porque fuimos antes a la excursión.
El paisaje era precioso aunque nuestro guía iba un poco a lo suyo fue un buen guía.
Empezamos la excursión y al poco tiempo Pablo ya estaba haciendo el tonto y no escuchaba las instrucciones del guía, por eso cuando vimos a un puma y le mordió no supo que tenía que hacer y tuvimos que ir directos al hospital, allí Pablo tenía sentimientos encontrados, pues sentía dolor por el pie y a su vez no se paraba de reír porque veía a los enfermeros que se les caía el café y se manchaban el uniforme. La enfermera nos dijo que Pablo tenía una grave lesión en el pie y tuvimos que esperar bastante tiempo a que le hicieran las pruebas necesarias.
Mientras esperábamos nos dimos cuenta de cosas muy graciosas como por ejemplo que allí en Chile es muy común pagar las cosas a plazos, pues vimos a muchas personas hacerlo.
Pablo estaba ya bien aunque debería quedarse esa noche entera en el hospital, y a nosotros nos surgió la duda de si debíamos quedarnos allí con él, o irnos a descansar al Hotel. Al final decidimos quedarnos allí con nuestro amigo.
La noche cada uno la pasó como pudo; Carlos se quedó dentro de la habitación con Pablo haciéndole compañía. Diego se dio un paseo por el Hospital a ver si alguien más le confundía con Alexis Sanchez y le daban mejor comida para Pablo. Y yo me senté y estuve revisando en mi móvil como iban los viajes de nuestros compañeros. La verdad es que eran todos muy interesantes y me gustaron mucho.
Ya era muy tarde cuando Carlos me pidió si podía entrar yo a estar con Pablo para él poder descansar, yo acepté pero sabía que le iban a despertar, porque con lo que ronca no le iban a dejar estar allí.
Pablo normalmente se dormía pronto debido a que el ajetreo del día le cansaba y mucho, pero hoy resulta que le muerde un puma, y no se duerme. Hoy era el día que más despierto estaba, me contaba historias raras que ni recuerdo del cansancio que yo tenía encima, y también me dijo que si le podía hacer un favor, que si le podía traer leche y yo acepté y le dije a Diego que se quedara con él, mientras yo iba a por la leche y así yo descansaba un poco.
Fue entonces cuando recordé que al día siguiente teníamos que hacer rafting, y también me acordé de una cosa peor, que ya lo habíamos pagado. Lo hablé con los chicos y todos coincidimos en que lo haríamos y en que Pablo nos sacaría alguna foto para poder enseñárosla. Después de eso nos dormimos rápido sabiendo que al día siguiente nos esperaba una gran aventura.
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